Champú Revitalizante Anti Caída Cabello con Probiótico

El yogur búlgaro y el aceite de Rosa Damascena de Bulgaria sirven como tarjeta de visita de Bulgaria. Por fortuna, ambos productos son unos de los elíxires naturales más únicos a escala mundial. La influencia saludable de los productos lácteos se conoce por muchas civilizaciones antiguas. En las tierras búlgaras, la leche y los productos derivados se conocen hace más de 7000 años, durante el tiempo de los tracios. Ellos crean el yogur – palabra tracia que significa leche sana «dura».

Los tracios han obtenido el yogur por medio de cultivación de bacterias ácido-lácticas de algas verdes. Los lactobacilos que causan la obtención del yogur búlgaro han sido descubiertos en 1905 por el estudiante búlgaro de medicina S. Grigorov y han sido denominados Lactobacillus bulgaricus. Hoy en día el yogur búlgaro se reconoce como probiótico poderoso que tiene una influencia benéfica sobre la salud de la persona. Los probióticos son microorganismos vivos que, una vez aceptados individualmente o en contenidos en determinados alimenticios, tienen una influencia benéfica por medio de la microflora intestinal y el sistema inmune.

El aceite de Rosa Damascena de Bulgaria es el aceite etéreo más caro y buscado en el mundo. Se obtiene por medio de la destilación de la Rosa búlgara «Rosa Damascena Mill», denominada, además, «reina» de las flores. Contiene más de 300 sustancias preciosas que tienen una influencia milagrosa sobre el organismo humano, y lo hacen un elíxir insustituible en la cosmética, la farmacia y la industria alimenticia en el mundo.

Las pruebas indiscutibles de la influencia benéfica del yogur sobre la juventud y la salud de la persona en general han dado fundamento de un estudio muy detallado de su acción también sobre la piel humana – para el mantenimiento de su salud, juventud y belleza.

Capacidad: 230 ml.